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En 2017, Big Little Lies empujó una pequeña revolución en la televisión estadounidense. Delante y detrás de las cámaras. Esta historia de mujeres poderosas viviendo en mansiones de lujo junto a las playas californianas fue uno de los grandes éxitos históricos de HBO. Pero además logró que las cadenas y las plataformas se interesaran más por las historias de madres complicadas. Y si ya había un crimen que resolver detrás, mejor que mejor.

El guionista David E. Kelley, que había adaptado la novela de Liane Moriarty a la pantalla, volvió a la primera plana de la televisión que revolucionó en los 90 con Ally McBeal o Abogados de Los Ángeles, para tomar ahora las riendas de Goliath (en Prime Video), Mr. Mercedes (AXN Now) o The Undoing (también en HBO España). Mientras tanto, Nicole Kidman y Reese Witherspoon se convirtieron en dos de las actrices y productoras más cotizadas de Hollywood. Habían creado una sororidad tan fuerte que incluso regresaron para una segunda temporada con Meryl Streep. La tercera sigue siendo una posibilidad.

Reese Witherspoon, por ejemplo, se trasladó a Prime Video para adaptar otra novela de madres coraje que se enfrentan a sus fantasmas. En Little Fires Everywhere, también ideada por una mujer, se une a Kerry Washington para convertirse en la clásica ama de casa estadounidense cuyo mundo aparentemente idílico se pone patas arriba cuando aparece una misteriosa madre en su puerta para romper todos sus esquemas vitales. Tras el recibidor, siempre hay muchos secretos.

Ese mismo éxito persiguió al director Jean Marc-Valée, que decidió contar otra historia de mujeres complejas para HBO España con Heridas abiertas (Sharp objects). Para llevarlo a cabo volvió a tener la ayuda de otra gran estrella. Amy Adams se convierte aquí en una periodista alcohólica que regresa al pueblo de su infancia para investigar los asesinatos de unas jóvenes y, de paso, enfrentarse a sus traumas. Un reencuentro con su madre (la eterna secundaria Patricia Clarkson) le hará revivir todos los fantasmas escondidos en esta villa rural y claustrofóbica.

Los secretos se amontonan también en Little Birds, de Starzplay, otra historia que comienza con el viaje de una joven para romper con su pasado. Esta rica heredera huye de su vida perfecta en EE UU para adentrarse en un thriller sexual en el Tánger de 1955, donde todo está por descubrir. Juno Temple no será una estrella del nivel de popularidad del resto todavía, pero tiene madera para lograrlo.

Incluso en las peores ocasiones, todas estas series acaban mostrando cierta sororidad entre esta colección de mujeres tan diversas. Sea en el asesinato, en la vecindad o en el sexo. Pero hubo otras que, mucho antes de que existiera esta representación, tuvieron que enfrentarse al sistema para derribar estos cánones. Ellas son las protagonistas de La rebelión de las chicas buenas, en Prime Video, que viaja a 1969 para conocer a las jóvenes que dieron un vuelco a la revista Newsweek para pedir algo tan utópico como los mismos derechos de sus compañeros masculinos. Referentes históricos que siempre merece la pena recordar. Sin su lucha no existirían tampoco las madres de Monterey.