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Poder y dinero. Dinero y poder. Nos encantaría tenerlo, y quizás por eso nos encante verlo reflejado en pantalla. Nos gusta más incluso cuando nos reímos de quien lo tiene y ahondamos en sus más personales miserias. No lo pueden tener todo, no se lo merecen, ¿verdad?. Las series llevan mostrando los dramas de lo opulencia desde mucho antes de que fueran un objeto artístico de prestigio. Ya lo hacían clásicos como Hombre rico, hombre pobre, Falcon Crest y Dallas o la más moderna Downton Abbey, ahora reconvertida en saga cinematográfica que puedes ver en Prime Video. No es fácil ser rico y controlar el mundo. Pero si no lo logra, el espectador deberá conformarse con echar un vistazo a ese drama ajeno y reírse. Estas 4 series contemporáneas demuestran todo lo que se puede lograr de sus retratos.

Una de las series más exitosas de la actualidad, por ejemplo, nos lleva a conocer a una de las familias más poderosas del mundo, pero también una de las peor avenidas. Los Roy de Succession, en HBO España, son dueños del gran conglomerado de comunicación de EEUU, aunque la estabilidad entre los hermanos y posibles herederos es mucho más difícil de sostener. Una comedia negra con algunos de los mejores diálogos de la ficción audiovisual, heredera de Shakespeare y también de The Office, que se ha alzado ya con dos Globos de Oro y nueve premios Emmy, incluyendo Mejor serie dramática. Vas a amar odiar a este clan, desde al perdido Kendall al primo Greg.

También es complicado sentirse identificado con los hombres de Exit, una de las últimas joyas noruegas en Filmin. Una especie de El lobo de Wall Street a la europea que pone el foco en maestros de las financias escandinavas cínicos, narcisistas y fríos, cuyas vidas personales se desmoronan a su alrededor. Pero eso es lo de menos. Cuatro amigos creados en ficción a través de los testimonios reales de inversores que viven a todo tren y cuyas historias causaron mucho revuelo en su país de origen.

Desde una perspectiva más amable se acerca a las clases altas y las grandes mansiones Red Oaks, una serie de Prime Video con la que regresamos a EE UU, o, más concretamente, a un country club de Nueva Jersey en los años 80. El protagonista es David, veinteañero que vuelve a casa de sus padres para dedicarse a ser monitor de tenis en un prestigioso recinto judío. La búsqueda de la felicidad en el comienzo de la madurez vista desde una perspectiva de clase y privilegio. Una serie adorable y que aporta muchas risas. Otra familia imperfecta.

Aunque, para esquizofrénicamente imperfecta, tenemos a Los Gemstones, en HBO España, familia de ‘televangelistas’ capitaneada por dos maestros de la comedia como John Goodman y Danny McBride, creador y protagonista este último de De culo y cuesta abajo, otra comedia de culto en HBO. Megaiglesias, jets privados, sobornos, peleas contra reverendos rivales y cintas de vídeo esclarecedoras. Estos pastores estrellas viven en la opulencia gracias a las triquiñuelas financieras para engañar a su congregación. Porque poco negocio logra tener tanto poder a solo un chasquido como el de la religión organizada.

Ellos son los amos del mundo, y también de las series.