Heridas Abiertas - Recomendado por Anna Castillo

Que una estrella del cine se pase a las series no siempre sale bien. Por cada Nicole Kidman hay una Sharon Stone. Por cada Glenn Close hay un Sean Penn. Lo único claro es que esa línea es cada vez más invisible, que hoy es más difícil diferenciar las estrellas de un sitio u otro. Porque hay quienes son capaces de brillar en cualquier pantalla. Ese es el caso de Amy Adams, que no solo se enfrentó en Heridas abiertas (Sharp Objects) a su primera serie desde The Office (estos pinitos los podéis recuperar en Prime Video con Vodafone TV), sino que lo hizo con uno de los papeles más complejos de su carrera, independientemente del medio. Para la actriz Anna Castillo es una de sus series favoritas.

Adams no tiene esta vez nada de la adorable Giselle con la que se hizo famosa en Encantada ni con la buena esposa de El vicio del poder con la que logró su sexta nominación al Oscar. Su personaje en la serie de HBO España es mucho más turbio. Camille es una periodista superada por la vida y alcohólica que tiene que volver a su pequeño pueblo del sur de EEUU para escribir sobre los cruentos asesinatos de niñas, si bien le espera un reto aún mayor: enfrentarse a sus fantasmas del pasado. “Cuando empieza, te das cuenta de que tiene una vida muy desestructurada. Pero poco a poco se va desenredando toda una infancia terrorífica. Toda la información te la van dando con flashbacks”, explica Castillo, que ve en Camille una de las “mejores” interpretaciones de la variopinta carrera de esta actriz que se ha convertido en la segunda actriz viva con más nominaciones a los Oscar sin haber ganado nunca una estatuilla. Solo la supera en el escalafón una leyenda como Glenn Close.

Pero no está sola. El triunvirato protagonista de lujo lo completan la veterana Patricia Clarkson, una secundaria de lujo de esas que mejora todo lo que hace y que Castillo ve como “una de las mejores actrices del mundo”; y la joven Eliza Scanlen. Mujeres que han aprendido que las series les regalan sus papeles más completos. La primera es la madre, “una mujer con la capacidad de darte mucho miedo pero con una delicadeza y suavidad que te pone la piel de gallina”. La segunda es la medio hermana, otro personaje con lo traumas propios de haber crecido en el mismo hogar sofocante.

Un thriller psicológico que se palpa en cada plano, en su ambientación y fotografía. “Hay algo sofocante en el hecho de estar ambientado en un pueblo así del sur de EEUU. Lo ves en la imagen, en las pieles de los actores. Ese calor te ahoga. Y eso se traslada a la trama familiar; que te lleva a querer saber y descubrir más, pero sobre todo a querer respirar”, explica Castillo.

Ese ambiente se logra gracias a otro gran reparto tras las cámaras: el director Jean-Marc Vallée venía directo de Big Little Lies (también en HBO España), y se trajo a su responsable de fotografía, aunque Castillo ve esta creación como aún “más tétrica, profunda y dolorosa”. En la escritura figuran la novelista Gillyan Flynn, de Perdida (disponible en alquiler en Vodafone TV), y Marti Noxon, una de las grandes plumas de las series. Por no hablar del sello de prestigio de las miniseries de HBO. En realidad, Amy Adams entendió bien que el reto no es saltar de las series al cine o al revés, sino que el secreto es rodearte de los mejores.