The Young Pope - Recomendado por Belén Cuesta

Nadie mira Roma como Paolo Sorrentino. Su crítica a la pompa de la alta sociedad italiana ya maravilló en ‘La Gran Belleza’, y tampoco dejó títere con cabeza en ese universo político tan reconocible de ‘Silvio (y los otros)’ e ‘Il Divo’ (todas las puedes recuperar en Filmin), pero la iglesia era un estamento que le faltaba por derribar. Una espina que se quitó con ‘The Young Pope’, joya siempre reivindicable en HBO España. Para la actriz Belén Cuesta es “una obra maestra”. Ni más ni menos: “Sorrentino es uno de los directores que todavía tiene libertad para hacer lo que le da la gana. Alguien a quien si no le dan permiso para rodar en El Vaticano, le da igual, porque él lo construye. Si quiere meter un canguro en una escena rarísima, también lo hará”.

En el centro de esta historia está Pio XIII, un papa estadounidense “egocéntrico y narcisista” como tan le gustan sus protagonistas al director, pero también “joven, guapo y sexy” y con el rostro imperecedero de Jude Law. “Llega al Vaticano y todos se vuelven locos. Es hipnótico, pero complicado de tratar, porque es ultraconservador y quiere devolver la fe al pueblo desde el miedo. Se cree Jesucristo. Tú, como espectador, quieres pegarle y besarle al mismo tiempo”, bromea Cuesta.

Tampoco Jude Law se rodea de mala compañía en los pasillos vaticanos. Allí están Diane Keaton, el español Javier Cámara y el italiano Silvio Orlando, un gran secundario a descubrir con esta historia. A ellos se unió además John Malkovich como protagonista de la miniserie secuela ‘The New Pope’, también en HBO España. El Vaticano es un personaje más. “Nada podía salir mal con ese reparto”.

Es el arte de Sorrentino, sin embargo, el que eclipsa todo lo demás. Planos perfectos, surrealismo, conflictos filosóficos y de fe, y hombres por encima del bien y del mal. Una mirada entre el barroquismo y la irreverencia donde cada plano es un cuadro y donde se dice más con la cámara que con la palabra. Cuesta reconoce, aun así, que “esa pasión por el detalle y por mostrar todo tan cuidado cansa a mucha gente”, aunque a ella en particular le apasiona. La de ‘The Young Pope’ es una iglesia católica como nunca había retratado nadie, y como nadie verá nunca más. Porque, guste o no, la mirada de Sorrentino es única. Y eso es algo cada vez más difícil de encontrar.