How to with John Wilson - Recomendado por Daniel Sánchez Arévalo

¿Te suena cursi cuando alguien te habla de encontrar la belleza de las pequeñas cosas? Pues entonces tienes que darle una oportunidad a esta peculiar serie documental de HBO España. Precisamente porque se basa en esa idea, en encontrar algo especial en cosas que parecen cotidianas y aburridas, pero lo hace de la manera menos cursis que puedas imaginar. Por si quieres una pista de por dónde van los tiros: su director y guionista ha dedicado buena parte de su carrera a editar vídeos para despachos de detectives privados y anuncios de teletienda. A partir de ahí, se empieza a entender lo extravagante y divertida que resulta ‘How to whit John Wilson’, que para Daniel Sánchez Arévalo es “una serie profundamente humanista de alguien que intenta entender el mundo que le rodea”.

No resulta sencillo explicar ‘How to whit John Wilson’ a quien no la ha visto nunca. Porque las cosas más simples a veces son las más complejas. Diremos que John Wilson es su director y que, durante dos años, salió cada día con su cámara a las calles de Nueva York a observar y grabar pequeñas escenas de la vida cotidiana. Cientos y cientos de horas de imágenes de gente, locales, parques y rincones de la ciudad que son las base de los seis episodios de la serie. A partir de ese material, el director se dedica a hablar de un tema pequeño y cotidiano en cada capítulo, ilustrándolo con todo el material que ha grabado, y del que acaba sacando algunas conclusiones sobre el comportamiento humano. Un episodio puede empezar hablando de cómo poner fundas a los muebles para terminar entrevistando a un hombre que ha inventado un aparato para recomponer el prepucio de quien se ha operado de fimosis. Tal cual.

Y es que a las imágenes sorprendentes, cómicas y tiernas a las que Wilson ha dedicado tanto tiempo, suma las entrevistas con las que desarrolla cada episodio. Gracias a ellas la serie “está plagada de personajes excéntricos, peculiares, extravagantes”. El director, sin embargo, “no los mira por encima del hombro”, se acerca a ellos para escucharles, grabarles con su cámara y dejar que se expresen. El resultado, claro, es muy cercano y, sobre todo, muy gracioso.

Wilson “es un director que trata de empatizar con su entorno”, como dice Sánchez Arévalo, y que aplica una mirada llena de ternura a una ciudad que puede ser impersonal y cruel. Porque la gran protagonista de la serie es Nueva York. Sus calles, sus vecinos y su vida diaria son escenario y personaje al mismo tiempo. Y, a pesar de eso, nos habla también de cualquier ciudad del mundo. “La serie es muy neoyorquina pero a la vez es muy universal”.

Una pequeña joya que demuestra que “hay algo muy bonito en mirar” en estos tiempos donde nos gobierna la prisa. Como concluye Daniel Sánchez Arévalo, esta original serie documental “nos recuerda todo el rato lo maravilloso, absurdo, disparatado y divertido que es el mundo en el que vivimos”.

Lo dicho: si esto te suena cursi, tienes que ver esta serie.