El Internado: Las Cumbres - Entrevista
De vuelta al colegio más aterrador de la ficción española
El terror es uno de los géneros que más y mejor se han desarrollado en los últimos años en la ficción española. Algunos de los grandes éxitos internacionales de nuestro cine (‘Los otros’, ‘El orfanato’) se han labrado a base de asustar al público. Sin embargo, antes de los inicios del siglo XXI, el terror parecía algo completamente ajeno a la tradición de nuestro país, que hasta entonces lo había relegado a las producciones de serie B. Solo en las últimas décadas el género ha vivido un enorme impulso gracias al trabajo de directores como Paco Plaza (responsable de la saga ‘REC’) o Jaume Balagueró (que nos aterró con ‘Mientras duermes’ y ‘Frágiles’), todos empujados por la larga vida de Narciso Ibáñez Serrador tanto en la televisión, como en el cine. Más allá del cine, la serie ‘El internado’ fue una de las pioneras en llevar el miedo a las pantallas de la televisión, además de ser cantera de grandes estrellas como Blanca Suárez o Ana de Armas. Su continuación moderna ‘El Internado: Las Cumbres’ hereda en Prime Video el espíritu de la serie original acercándose más todavía al género. “Ha cogido carácter de terror”, afirma Asia Ortega, la nueva estrella de esta serie con su segunda temporada recién estrenada.
Un colegio aislado del mundo, donde se envía a los jóvenes más conflictivos para enderezarlos a base de una disciplina terrible, es el escenario de esta serie llena de misterio, asesinatos y elementos paranormales. Asia Ortega y Albert Salazar se vuelven a meter en la piel de dos de sus alumnos, Paul y Amaia, decididos a resolver el enigma que esconde la institución en la que sus vidas corren peligro. Ella “es una chica súper explosiva, una tía que no duda” explica Salazar sobre el personaje de su compañera. Paul “es el cerebro pensante, el mejor compañero para esa loca Amaia”, añade Asia sobre el personaje de Albert. A lo largo de esta nueva entrega, en todo caso, ambos irán cambiando y acercándose más a la manera de ser del otro. “Podemos decir que Paul se “amaiza” y Amaia se “pauliniza”, afirman.
Además del desarrollo de los conflictos de los personajes, la apuesta por el miedo es más clara todavía en esta segunda entrega de la serie. “La veo más oscura y más madura que la primera temporada”, nos dice Salazar. “El terror va creciendo con el espectador”. Un miedo que no solo se transmite al espectador. También se ha vivido incluso en el propio rodaje. “Yo he pasado miedo”, confiesa Asia Ortega.
El trabajo en las diferentes localizaciones sugestionaba incluso al equipo de la serie. “Rodábamos en sitios que tenían su propia historia y donde se respiraba esa historia”, en los bosques y monasterios de Euskadi y Navarra, recuerda Salazar. Y esa sensación es la que consigue transmitir al espectador de la serie que disfruta de una de esas extrañas contradicciones de la vida: el placer de que le asusten. “Lo guay es sufrir cuando estás en el sofá”, resume Albert.
El terror español no deja de regalarnos producciones cada vez mas depuradas, como esta segunda temporada de una serie icónica que no deja de evolucionar y sorprender. Acompaña, desde tu sofá, a Asia y Albert en su viaje más extremo.
Disponible en Vodafone TV
El Internado: Las Cumbres
España
-
Actorazo
-
Manta y sofá
-
No ver solo