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No hay director que no quiera tener a Adam Driver en su película. Este exmarine solo tiene 37 años y empezó a actuar tarde, pero ya puede presumir de tener una de las listas de colaboraciones más impresionantes de Hollywood. Clint Eastwood, Steven Spielberg, Martin Scorsese, Spike Lee, J.J. Abrams, Ridley Scott, Steven Soderbergh, Leos Carax, Noah Baumbach, Jim Jarmush, los hermanos Coen, Terry Gilliam… Nadie puede pasar por alto a Adam Driver (sobre todo con su 1,90) y estos cinco trabajos son una buena muestra de ello.

No fue en la gran pantalla, sin embargo, donde conocimos a esta estrella dos veces nominada al Oscar. Lena Dunham se fijó en él para convertirlo en su imperfecta pareja en Girls, retrato generacional femenino que puedes recuperar en HBO Max. Su Adam era un personaje secundario, aunque sus tendencias nudistas y a la masturbación son imposibles de olvidar. Ya nos quedamos con su cara.

Lo mismo le pasó al director Leos Carax. Fue en la serie donde lo vio por primera vez y pensó que podía ser el idóneo para protagonizar el insólito musical Anette, disponible en Filmin, donde se convierte en un apesadumbrado cómico que mantiene un romance tóxico con una cantante de ópera. Driver se entraga en cuerpo y alma a una interpretación frenética gritando desde el escenario frente a Marion Cotillard en una historia que habla en cierto modo de la disciplina y fama del propio actor. Una pareja mal avenida cuya vida cambia por completo cuando tienen una hija.

Driver lo puede hacer todo. Puede ser un actor de cine de autor pero también un icono pop de una de las sagas más míticas del cine. Su Kylo Ren de la tercera trilogía de Star Wars, disponible al completo en Disney+, logra alcanzar el punto álgido de la villanía y la locura en Los últimos Jedi. Un malvado complejo y traumatizado, hijo de Han Solo y Leia Morgana, cuyo único objetivo es gobernar para poder superar la sombra de su abuelo, Darth Vader, y de su tío, Luke Skywalker.

Aun así Driver intenta huir una y otra vez de esa etiqueta de famoso. Busca pasar desapercibido, que no se conozca nada de su vida y seguir triunfando en el cine independiente y con directores que ya lo han convertido en fetiche. Es el caso de Noah Baumbach (que lo dirigió en Frances Ha o Historia de un matrimonio), Ridley Scott (está en el cine con El último duelo y La casa Gucci) y también de Jim Jarmusch, responsable de Paterson, que puedes ver en Filmin y en la que consigue una de sus interpretaciones más personales. El actor estadounidense se convierte aquí en un conductor de autobuses que escribe poesía. Una pequeña observación de los éxitos y los fracasos de la rutina encapsulado en la poesía de las cosas más nimias. Un tour de force hecho a medida de Driver.

Esas necesidad de trabajar con los mejores y desaparecer en pantalla, además, le lleva a escoger a menudo papeles secundarios donde ser solo una pieza más en el engranaje de grandes autores. Como Silencio, en Prime Video, la oda religiosa y pausada de Martin Scorsese con la que viaja hasta Japón como un misionero portugués que busca, junto a Andrew Garfield, a su mentor católico perdido. Un ejercicio que nos devolvió la fe en Adam Driver y su capacidad para hacer bien todo lo que se proponga.

Hace 20 años, Adam Driver se alistó a los marinas empujado por la caída de las Torres Gemelas, aunque pronto se dio cuenta de que ese no era su sitio y que no luchaban contra un enemigo real. Hoy es uno de los grandes actores de su generación. Su vida es casi de película. Y sus películas siempre son motivo de celebración. Esto es solo el comienzo de una larga carrera.