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Romances idílicos. Familias bien engrasadas. Madres perfectas. Son tres cosas que el ser humano idealiza con todas sus fuerzas. Pero eso no quiere decir que sea justo lo que buscamos en las series. Al contrario. Esos tres conceptos, para muchos, pueden llegar a ser aburridos, clásicos o previsibles. Por suerte, la televisión blanca del pasado ha evolucionado y, en las últimas dos décadas, ha abierto espacio a una ficción llena de personajes imperfectos en los que verse reflejados. Con los que simplemente pasárselo bien. Igual que los antihéroes pueden ser los protagonistas, las madres ya no son el icono de La Tribu de los Brady. Y, aun así, no nos importaría pasar el día de la madre con alguna de estas progenitoras imperfectas, caóticas y humanas, sí, pero también divertidísimas.

El epítome de esta nueva crianza disfuncional es Sam Fox, la madre de Better Things, a la que podemos ver en HBO España. Pamela Adlon escribe e interpreta a una actriz divorciada que solo sabe encajar en el descontrol de una rutina con tres hijas adolescentes. Una serie llena de grises, creatividad y muchas dosis de amor. Porque pese a esa apariencia de modernidad y ruptura con las antiguas amas de casa idealizadas, estas series pueden seguir teniendo alma. El siglo XXI no es sencillo, y esta madre lo demuestra. Algunos de sus episodios son ya clásicos de las series.

La vida es todavía más complicada para las mujeres de Señoras del HAMPA, en Prime Video, un grupo de madres de barrio (Carabanchel, para ser más exactos) cuya vida se desmorona cuando asesinan por error a una de sus compañeras. Y todo sucede en plena presentación de un robot de cocina. Sí, tan negro y estrafalario como suena. Un Fargo en pequeños pisos españoles, con bien de lejía para borrar las manchas de sangre. Si todavía no has visto esta serie, te estás perdiendo una de las ficciones más divertidas que se han escrito en España. Ellas son señoras bien, señoras fetén.

Hay conflictos en la crianza que son tan nimios como globales. Por eso es fácil sentirse identificado con muchas de las facetas de Motherland, en Cosmo, una serie que nos traslada al Reino Unido para repasar algo que cualquier madre o padre conoce bien: la competitividad en los grupos del colegio. Una mirada cínica a la maternidad escrita por Sharon Horgan, que ya se encargó de romper tabúes sobre las parejas (en Catastrophe) y el divorcio (en Divorce, de HBO) y ahora pone su objetivo en las madres de clase media londinenses.

Y si quieres una madre con una mirada distinta a cualquier cosa que hayas visto antes, aunque quedándonos en el Reino Unido, te damos la opción de Adult Material, en Filmin, que nos presenta a una mujer que compagina su vida familiar con los quebraderos de cabeza de sus labores como actriz porno. Otra comedia negra sin tapujos sobre consentimiento, machismo, poder y, sí, lo complicada que es la maternidad.

Ya lo sabéis: madre no hay más que una. Pero nosotros te recomendamos conocer mejor a alguna de estas. Las malas madres son más interesantes de ver en pantalla.